Cervantes escribió el entremés “La elección de los alcaldes de Daganzos”. Los candidatos van exponiendo sus méritos. Y he aquí el gran mérito de Humillos: no saber leer: “BACHILLER ¿Sabéis leer, Humillos? // HUMILLOS No, por cierto, / ni tal se probará que en mi linaje / haya persona tan de poco asiento, / que se ponga a aprender esas quimeras, / que llevan a los hombres al brasero, / y a las mujeres, a la casa llana”. Es decir, leer hace que los hombres sean quemados por la Inquisición y las mujeres lectoras acaban en “la casa llana”, o sea, en el prostíbulo. Mala fama tenía la lectura. Mala fama ha tenido siempre la lectura en España. Incluso el héroe cervantino –ironías aparte- perdió la cabeza por tanto leer: “… y así, del poco dormir y del mucho leer, se le secó el celebro, de manera que vino a perder el juicio”. Claro que, al perder la cabeza, ganó en sabiduría y llegó a convertirse en el gran loco cuerdo que hablaba al mundo entero con gran sensatez. Quizás valga la pena perder la cabeza por la lectura. De todas formas estamos abocados a perderla por causas menos placenteras y mucho más costosas.
Los tiempos, ciertamente, han cambiado y hoy se siente como una preocupación que el personal no lea. Los políticos fomentan campañas e investigaciones sobre la lectura, siempre con el loable objetivo de fomentar el hábito lector. Aunque sólo sea por el desfavorable informe PISA sobre la comprensión lectora de nuestros escolares. En el marco de tal preocupación se declara el día 16 de diciembre como el Día de la lectura en Andalucía 2008. Al menos este día leeremos. En algunos colegios irán autores a hablar de sus libros, a promocionar la lectura, a intentar que el alumnado se incline a leer. Es un intento loable.
Necesario es saber leer. Necesario es leer. Cuando don Quijote aconseja a Sancho antes de partir como gobernador de la ínsula Barataria, dice: “-¡Ah, pecador de mí, y qué mal parece en los gobernadores el no saber leer ni escribir!; porque has de saber, ¡oh Sancho!, que no saber un hombre leer, o ser zurdo, arguye una de dos cosas: o que fue hijo de padres demasiado de humildes y bajos, o él tan travieso y malo que no pudo entrar en el buen uso ni la buena doctrina. Gran falta es la que llevas contigo”. Hoy podemos ser zurdos sin problemas ni sentimiento de vergüenza, como es imposible achacar a los padres –en nuestra sociedad, quiero decir- el no saber leer. De cualquier forma, continuando con don Quijote: “-Ahora digo que el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”. ¡Por saber mucho, por leer mucho, celebremos leyendo el Día de la Lectura en Andalucía 2008! Y sigamos leyendo.
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