martes, 29 de diciembre de 2009

ROSA MONTERO MANERAS DE VIVIR Niño, enséñale a la señora el hiperónimo


ROSA MONTERO 05/04/2009
http://www.elpais.com/articulo/portada/Nino/ensenale/senora/hiperonimo/elpepusoceps/20090405elpepspor_11/Tes
No sé qué les pasa a las palabras últimamente que parece que andan revolucionadas. Por ejemplo, me escriben de la revista AR: están haciendo un reportaje sobre las mujeres con más de 50 años y quieren promover una iniciativa para que el diccionario de la Real Academia admita los términos cuarentañera y cincuentañera, porque los actuales cuarentona y cincuentona tienen un matiz peyorativo. A mí me parece estupendo crear nuevas palabras, pero el problema es que las lenguas son criaturas vivas y no se pueden alterar por decreto ni por voluntarismo. O lo que es lo mismo: los nuevos términos sólo entran en un idioma si tienen un contenido social, si son verdaderamente necesarios. De hecho, la palabra cuarentañero/a ya está siendo bastante utilizada, porque, en efecto, corresponde a un corrimiento de la edad, a una percepción distinta de lo que hoy significa ser mayor. Y a medida que esa línea del tiempo se vaya estirando (y ésa parece ser la tendencia dominante), también se harán comunes cincuentañero y tal vez incluso sesentañero. Yo les diría a los de AR que no se preocupen de la Real Academia: lo importante es que la palabra viva de verdad en nuestras bocas.


Hay otras personas que quieren introducir nuevos términos en el diccionario. La agencia de publicidad Leo Burnett inventó una graciosa campaña para el último festival de cine de Sitges. Como se celebraba el 75 aniversario de King Kong, se les ocurrió promover la inclusión del neologismo kincón con la siguiente definición: dícese de aquel prendado de un amor imposible. ¿Que ves a un amigo haciendo el imbécil bajo el yugo de una pasión inalcanzable? Pues siempre puedes decirle: “No me seas kincón, maldita sea”, y ahorrar mucha saliva. No está mal el invento: resulta expresivo y económico. Ya han recogido 3.000 apoyos kinkonianos en la página web de la campaña (www.kingkongparasiempre.com).



También recibo quejas de lectores desesperados por las palabras que oprimen, esto es, por algunos aspectos de las políticas lingüísticas autonómicas. Como, por ejemplo, la carta de un matrimonio de Tamarite de Litera, un pueblo cercano a Lérida pero que pertenece a Huesca. “Desde niños hablamos el dialecto familiar, que solemos llamar campechanamente el chapurreau, y que hemos combinado siempre con el castellano en los centros de enseñanza, sin excepción alguna, y por supuesto con todas las personas castellano-hablantes (…) sin el más mínimo problema”. A estos lectores les preocupan las leyes de Lenguas y Educación que está tramitando el parlamento aragonés. No quieren ser catalanizados por diversas razones, y una de ellas es que significaría la desaparición del chapurreau. Una Ley de Lenguas supuestamente promulgada para respetar las “hablas locales”, dicen ellos, supondría de hecho la imposición del catalán foráneo sobre el verdadero dialecto autóctono. En fin, así de complicadas son las palabras. Así de llenas de sentido y de pasión.



Claro que también existen las palabras insensatas. El farfullo vacuo y prepotente. Una lectora, Nathalie Moulerges, me manda una carta deliciosa para hablar de las “palabras repelentes”. Y copia este párrafo de un libro: “Las proposiciones subordinales adjetivas se substantivan cuando aparecen en una oración sin antecedente expreso, es decir, sin substantivo al que complementar. Al substantivarse, la proposición puede desempeñar las funciones propias de un substantivo.” Cáspita y atiza. Estas líneas herméticas son del libro de texto de uno de sus hijos. Se titula Lengua castellana y literatura, y es para chavales de 15 años. Dice Nathalie que la asignatura de la lengua se reduce a gramática y que la literatura no es más que historia: “Desde que le obligan a leer haciendo fichas de lectura estereotipadas, mi hijo perdió el gusto por la lectura”. Para vengarse de ese bajísimo nivel educativo, o, como dice ella, para “desahogarse de las palabras maléficas del cole”, la genial Nathalie y su familia inventaron un juego en vacaciones consistente en pedir a la gente que compusiera una frase usando la palabra hiperónimo. El resultado fueron 45 perlas que, reunidas bajo el evocador título El verano del hiperónimo, Nathalie ha tenido el detalle de enviarme. Reproduzco algunas: “Cómo se me ha puesto el hiperónimo”; “Nuevo bioactimel con hiperónimos activos”; “Hiperónimo I, Gran Rey de Turquía”; “Blancanieves y los siete hiperónimos”; “Niño, enséñale a la señora el hiperónimo”; “¡Sal, Hiperónimo, estás rodeado!” o “Experiencias con un hiperónimo (película X)”. Según el RAE, un hiperónimo es aquella palabra cuyo significado incluye el de otras: por ejemplo, pájaro con respecto a gorrión. Pero a mí me gustan mucho más las frases de Nathalie.

domingo, 27 de diciembre de 2009

¡A leer y escribir todo el mundo! Un proyecto obliga a los docentes de todas las materias a mejorar la competencia lingüística del alumnado

http://www.elpais.com/articulo/educacion/leer/escribir/todo/mundo/elpepusocedu/20091214elpepiedu_1/Tes?print=1

J. A. AUNIÓN - Madrid - 14/12/2009

En el instituto público Sánchez Lastra, de Mieres (Asturias), cuando hacen un experimento en la clase de ciencias, los alumnos de ESO deben redactar después un informe sobre el trabajo y sus conclusiones. Como la clase se les da en inglés (el centro tiene una sección bilingüe), durante la asignatura dedicada a esa lengua se dedicará parte de la clase al vocabulario y las construcciones necesarias para redactar ese informe.

En el instituto público Sánchez Lastra, de Mieres (Asturias), cuando hacen un experimento en la clase de ciencias, los alumnos de ESO deben redactar después un informe sobre el trabajo y sus conclusiones. Como la clase se les da en inglés (el centro tiene una sección bilingüe), durante la asignatura dedicada a esa lengua se dedicará parte de la clase al vocabulario y las construcciones necesarias para redactar ese informe. Luego, en la hora de lengua española, los textos que se utilicen para enseñar gramática o sintaxis serán pasajes de matemáticas, de ciencias, de música o de cualquier otra materia que los alumnos deben luego aprender.

En un sistema educativo en el que raramente se planifica más allá de cada departamento (el de lengua, el de matemáticas...), el caso del Sánchez Lastra no es fruto de la casualidad, sino de un proyecto piloto en el que participan junto a otros 79 centros infantil primaria y secundaria de 12 comunidades. Se trata de poner a todo el colegio a mejorar el talón de Aquiles que ha señalado el Informe PISA de la OCDE en España: la lectura. En 2006, los alumnos españoles retrocedieron 20 puntos respecto a la prueba anterior, el mayor descenso entre los países desarrollados en esta competencia clave para avanzar en cualquier otra disciplina.

En realidad, el proyecto piloto, impulsado por el Organismo Autónomo de Programas Europeos del Ministerio de Educación, con el asesoramiento del Proyecto Atlántida de escuelas democráticas, habla de mejorar la comunicación lingüística: leer, escribir, hablar, interactuar... Una de las ocho competencias básicas que la ley española y la UE dicen que los alumnos han de dominar al final del instituto. Así, a partir del marco europeo de las lenguas (el estándar fijado por la UE para medir el nivel de comprensión y expresión orales y escritas en un idioma), y uniendo la mejora para la lengua materna y las extranjeras, un grupo de expertos ha redactado los materiales de apoyo a los profesores. Éstos, los de todas las asignaturas, eligen y adaptan la manera de enseñar su materia mejorando de paso la competencia comunicativa de sus alumnos. Este curso han empezado a elaborar y a poner en marcha el plan y el año que viene será evaluado para intentar que las estrategias que funcionen mejor se generalicen, explica Florencio Luengo, de Atlántida.

En el instituto Sánchez Lastra, por ejemplo, al principio del trimestre entregan a los alumnos el portafolio con el que los estudiantes saben qué se les va a enseñar, qué trabajos tendrán que hacer y cómo les evaluarán. Habrá trabajos que recorrerán todas las materias -esta evaluación ha sido sobre los derechos humanos- y que acabarán plasmados en carteles, grabaciones o presentaciones orales. Además, redactarán un boletín trimestral sobre lo que han hecho, con lo que reflexionan sobre los contenidos tres veces: antes, durante y después.

Éste es un punto fundamental si se tiene en cuenta la explicación del director del Instituto de Evaluación, Enrique Roca, sobre los resultados de las pruebas nacionales e internacionales. Roca asegura que el problema de los alumnos españoles frente a la lectura no es comprender los textos y extraer la información literal, lo cual hacen relativamente bien, sino reflexionar después sobre el texto y relacionarlo con otras cosas que ya saben.
En qué fallamos

Una de las claves para mejorar la competencia lingüística de los alumnos es que todos los docentes de todas las materias se pongan a ello, pero también hay fallos en las propias asignaturas de lengua. Los expertos del proyecto de mejora del ministerio y Atlántida Estela D'Angelo, profesora de la Complutense, y Plácido Bazo, de la Universidad de La Laguna, lo resumen en que se enseña mucha gramática y poco uso del idioma. "Los alumnos no se enfrentan a distintos tipos de situación, a distintos tipos de destinatario. La gente se fija más, por ejemplo, en los errores ortográficos, más evidentes, pero no se trabaja la coherencia de un texto, la cohesión" asegura D'Angelo, que preside además la Asociación española de Lectoescritura.

Bazo, experto en la enseñanza de lenguas extranjeras, está de acuerdo, pero añade que hay un fallo muy común en los centros bilingües. "En primaria, les enseñamos en la clase de inglés un nivel básico, pero en la de ciencias les enseñan con un vocabulario de los niveles más altos, y así se produce un descalabro. En las ciencias hay contenidos muy específicos, pero también discursos más generales, como la teoría de la causa y el efecto; que les enseñen esto en inglés y los nombres de las rocas o de las aves, si hay que darlos, que lo hagan en español".

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EDUCACIÓN La lectura en la enseñanza del español a universitarios


Ibeth Guzmán - 12/26/2009


ALUMNOS DE NIVEL SUPERIOR SE MUESTRAN APÁTICOS ANTE LA CULTURA ESCRITA
Pareciera que cuando los estudiantes que hoy tenemos en nuestras aulas aprendieron a leer, lo que realmente aprendieron fue a descifrar palabras.

Santo Domingo.- Cuando preguntamos a nuestros estudiantes universitarios: ¿Cuál es la importancia que tiene la lectura?, respuestas como: “me ayuda a enriquecer mi léxico”, “a través de ella puedo mejorar mi ortografía”, “me sirve para expresarme mejor oralmente”, etc…, esto nos muestra la mirada meramente formativa que ellos tienen sobre la lectura.

Para ellos leer es un proceso mecánico de decodificación de símbolos convencionales y no un proceso de construcción de significados a partir de los conocimientos previos del lector.

María Eugenia Dubois sostiene que “leer es un proceso generador de sentido, el lector está muy lejos de ser pasivo; al contrario, debe buscar activamente en su memoria el esquema conceptual que le permitirá contrastar la nueva información con los conocimientos ya existentes”. Cabe preguntarse entonces qué y para qué leen nuestros alumnos.

¿Para descodificar o para comprender? La respuesta no radica en el simple ejercicio de ubicar su concepción de lectura en una teoría o en otra, sino más bien en interpretar la razón por la cual leer no es una actividad consuetudinaria en sus vidas. Rousseau señalaba en el Siglo XVIII: “La lectura es el azote de la infancia. Nadie siente curiosidad por perfeccionar el instrumento con el que se le atormenta”.

Esto nos lleva a pensar que si comprender el sentido global de un texto no es el objetivo de lectura, ¿hacia dónde se concentra el foco de atención de nuestros alumnos cuando entran en contacto con la lengua escrita? ¿Hacia las convenciones de la escritura? ¿A buscar el significado textual de las palabras aisladas de su contexto? Entonces ya vemos que la razón del bajo índice de lectura de nuestros jóvenes universitarios no radica en una simple apatía por la cultura escrita, sino que esta actitud es un mecanismo de defensa hacia su propia forma de concebir el acto de leer.

Ahora bien, ¿hasta donde esta concepción formalista de la lectura es responsabilidad exclusiva del alumno? ¿Hasta qué punto el sistema educativo es responsable de esta concepción? En el aula, se les enseñó a leer en base de consecutivos ejercicios de “lectura comprensiva”, donde lo primordial era: pa rarse bien, leer fluidamente en voz alta, hacer las pausas adecuadas de acuerdo a los signos de puntuación, en fin los aspectos externos del proceso de lectura real.

Pareciera que cuando los estudiantes que hoy tenemos en nuestras aulas aprendieron a leer, lo que realmente aprendieron fue a descifrar palabras y no a comprender ideas.

Compromiso
¿Qué hacer ahora con esta situación? ¿Culpar al maestro de primaria o secundaria que no enseñó a nuestros estudiantes a leer con diferentes intenciones? Como bien argumenta Isabel Solé en su artículo “Leer y escribir: un enfoque comunicativo y constructivista”: “Leer para comprender, hacer, crear, ya que la lectura tiene como objetivo la comprensión de un texto, por lo que enseñar a leer es también enseñar a comprender”.

Nuestro compromiso trasciende las esferas del reproche entre colegas. Lo necesario ahora es hacer que el aula de lengua se convierta en un espacio donde leer sea una actividad amena, distendida: “leer por leer” para crear ese momento mágico de la lectura. Tal como señalan Colomer y Camps: “La manera en la que una persona crea el hábito de lectura es leyendo. Siendo así en la clase de español puede abrirse un espacio para leer solo por el placer de escuchar.

Una lectura que se deslinde de las actividades académicas habituales. Desarrollar una situación comunicativa, una situación real de de lectura”.

También es importante hablar con nuestros jóvenes de lo que leyeron; dejarles compartir con nosotros las partes que ellos deseen de la lectura, no la que les impongamos; dejarles elegir los textos que desean leer y que los lean para ellos, no para nosotros.

“Dejar a un lado la ejercitación mecánica y la memorización; las series de preguntas sobre el texto que no aportan nada a la comprensión… Todo ello para dar paso a la comprensión del texto, a la reflexión de lo leído, así como su relación con otros aspectos, tanto académicos como personales del alumno”.

Hacerles ver que aquello que hicieron con la lectura, sea un reporte escrito, un comentario, una exposición visual, etc., tuvo un valor importante para la clase y para el maestro. Hay que dejarles ver que esa interpre tación del texto que realizaron les importa a los demás, y de esta manera involucrar a todo el grupo con la lectura individual de sus compañeros.

(+)
ESTRATEGIAS PARA UTILIZAR EN EL AULA
Abundan las estrategias que pudiéramos utilizar en el aula de clase para desarrollar en nuestros alumnos las competencias de comprensión lectora.

Aunque el camino es largo y los resultados se hacen esperar, a la larga esa pequeña porción de amor por la palabra escrita resultará en un cambio significativo a favor de la lectura en nuestros jóvenes lectores.

Esto parecería una concepción utópica del papel de la lectura en el aula de clase, pero es de las pocas armas que nos quedan para que la actitud de nuestros estudiantes hacia la lectura cambie de lo vetusto y mecánico a lo cotidiano y funcional.



http://www.listindiario.com.do/app/article.aspx?id=126112

miércoles, 16 de diciembre de 2009

DÍAS DE LLUVIA
PARA MI ALMA VEGETAL
DÍAS DE FIESTA.

Taller de Haikus

Taller de Haikus
Datos de la actividad

* Tipo de actividad: Cursos / Conferencias
* Fecha y hora: 16/12/2009 de 15:00 a 16:00 h.
* Plazas: 30

Ubicación

Biblioteca de Alcorcón

Calle Nueva 25, 28921 ALCORCON - 916119055
Ubicación
Datos de mapa ©2009 Tele Atlas - Términos de uso

Descripción
Poesía japonesa e ilustraciones en el kamishibai para que los chavales crean versos e imágenes sobre la naturaleza o sus propios sentimientos de amor, miedo, sueños…

El taller consta de tres partes:

* El narrador introduce el tema de la poesía y explica que se va a trabajar la tradición poética japonesa de los Haikus (Un haiku es una estrofa poética que pretende expresar en solo tres versos sentimientos o fenómenos de la naturaleza). Ilustraremos los haikus por medio de láminas en el kamishibai. (15 min.)
* Los niños crean sus propios haikus y hacen sus ilustraciones. (20 min.)
* Cada niño presenta sus ilustraciones en el kamishibai y recita sus haikus. El narrador acompaña los versos con instrumentos musicales. (15 minutos)

Público al que va dirigido
8 a 12 años

Una colección de cuadernos recupera las tradiciones orales de la provincia de Granada

GRANADA.- Diputación de Granada quiere que las futuras generaciones puedan transitar por los caminos de la memoria, recuperando y haciendo uso de la cultura tan inmaterial como valiosa: el boca a boca. Por ello, la institución, en colaboración con la Junta de Andalucía, ha empezado a editar una colección de cuadernos en los que se recupera, identifica, clasifica, describe y difunde el rico patrimonio oral de la provincia”, según ha explicado esta mañana la diputada de Cultura, María Asunción Pérez Cotarelo, que ha presentado el primer volumen de esta serie, que está dedicado a la comarca de Alhama y Poniente.

Los cuadernos tratan de convertir en una “herramienta didáctica para el ámbito docente” los resultados obtenidos por la institución desde 2004, cuando inició una línea de trabajo orientada a plantear la oralidad “desde una perspectiva cultural y etnográfica”, ha subrayado la diputada, para quien es de vital importancia “no perder y divulgar” los recuerdos, la creación y transmisión oral del conocimiento.
Es por eso que la colección – que publicará su próximo volumen sobre la comarca de los Montes Orientales el próximo año- está elaborado en un lenguaje “tan didáctico y riguroso como sencillo y accesible, de modo que cualquier persona pueda hacer uso de él, independientemente de su bagaje cultural”. Porque, además, uno de los objetivos de esta edición es que “no sea un libro más colocado en la estantería de una biblioteca, sino un instrumento de trabajo y comunicación a través del tejido asociativo y social de la provincia”.

De este modo, Diputación y Junta quieren que el “patrimonio cultural no se vincule única y exclusivamente a lo monumental o tangible, sino a todos aquellos valores inmateriales como las tradiciones u expresiones orales, los usos sociales, los rituales festivos o el lenguaje asociado al campo y a los aperos de labranza”, ha explicado la directora del libro, Rafi Valenzuela.

Para la elaboración de estos libros se empleará el trabajo realizado hasta la fecha y que se traduce en un banco de datos que aglutina 1523 documentos orales recuperados en sólo dos años (2007 y 2008), de los que en torno a 600 ya pueden ser consultados en el enlace web: http: /www.juntadeandalucia.es/cultura/bibliotecavirtualandalucia/. Además, se cuenta con 443 informantes e intérpretes de la cultura oral repartidos en un total de 75 municipios de la provincia. Además, se cuenta con la publicación del texto ‘Cultura oral en la provincia de Granada. Bases metodológicas para una actuación general en Andalucía’, que fue publicado el pasado año y que ha sustentado toda la investigación y recogida de material dentro de los territorios.



http://www.teleprensa.es/granada-noticia-195851-Una-colecci26oacute3Bn-de-cuadernos-recupera-las-tradiciones-orales-de-la-provincia-de-Granada.html

domingo, 6 de diciembre de 2009

Granada. La Alhambra


«La Alhambra es como un antiguo libro de leyendas, lleno de signos de escritura fantásticos, trazados en oro y policromía: cada cámara, cada patio, es una página distinta de la misma historia, en la misma lengua y, sin embargo siempre como un nuevo capítulo.»
En el aire, por encima de Granada, colgaba todo un abigarrado tapiz de lámparas, algo así como una nube de resplandecientes colibríes.

... fuimos a parar a una alameda próxima a la Puerta de la Justicia, sobre cuyo arco de herradura se ve una mano abierta con los dedos extendidos, y en el lado posterior del mismo, una llave. Es célebre la leyenda inscrita en jeroglífico por el arquitecto: «No perecerán las murallas de la Alhambra en tanto la mano la llave no alcance». Según cuentan, se relaciona con dicha sala (de los Abencerrajes) la última historia de fantasmas conocida en España; aún suenan aquí por las noches los lamentos y estremecedores gritos y amenazas de ánimas en pena.

El Patio de los Leones y la Sala de las Dos Hermanas estaban, por orden de su majestad la reina, siendo fotografiadas por un famoso fotógrafo inglés; el hombre se hallaba en plena faena, y no se permitía entrar a nadie por temor a que se le molestase. A través de los arcos reconocimos a toda la tribu gitana que antes viera yo subir hacia allí; les habían mandado llamar para animar los retratos con personas vivas... En un santiamén estuvo hecha la foto; imposible describirla; quizá algún día la vea, pero ésta era, con toda seguridad, la última vez que contemplaba la Alhambra.

.. el Generalife me atrajo con mayor frecuencia que el palacio de la Alhambra. Había aquí fragancia de rosas como en las poesías antiguas; las aguas cristalinas precipitábanse susurrantes como entonces; los añosos e imponentes cipreses, mudos testigos de cuanto nos ha sido transmitido por leyendas y romances, esparcían sus frescas ramas en el mismísimo aire que yo respiraba... En los jardines del Generalife sentí el primer toque del invierno; una ligera ráfaga de viento, un beso, desprendió en un segundo las hojas amarillas del follaje.

Andersen. Un viaje por España Hacia Granada


«El luminoso día de sol se transformaba en fulgor de ocaso, y ya convertíase Granada en una ciudad de cuento; estábamos en el mundo de hadas de Las mil y una noches»



Era noche cerrada cuando alcanzamos las montañas. La fuerte luz del farol delantero del coche se proyectaba sobre las rocas desnudas en torno al profundo abismo, que parecía aún más profundo al no iluminarse más que sus bocas. Aquí arriba, se unieron a nosotros una cuadrilla de soldados armados, cuyo cometido era velar por nuestra seguridad, de modo que iban a acompañarnos por el trecho más solitario. Aún no había transcurrido un año desde que aconteciera el último asalto, actualmente no se hablaba de otra cosa.
Retrato formal de la reina Isabel II. Septiembre de 1862. Fotografía de Gumersindo Ortiz

... La ciudad entera hervía de agitación y prisas; a los tres días llegaría la reina con su consorte, sus hijos y su séquito. Era la primera vez, desde el tiempo de Isabel la Católica, que Granada iba a ver a su reina.
Arco en la Puerta Real. Foto de C. Clifford, 1862. © Patrimonio Nacional

... Cara a la Alameda, delante de la entrada principal, se erguía un arco de triunfo de cartón, papel pintado imitando mármol y con esculturas de yeso. En la luz del crepúsculo y bajo la iluminación de la noche en calma, todo aquello tendría un efecto impresionante; pero, ahora, a plena luz del día, era como el escenario de un teatro.


La animación y el ajetreo cundían por todos lados: rebuznaban borricos, ladraban perros, un cantaor ambulante entonaba una copla con voz gangosa; otro, un improvisador ciego, declamaba mientras su chico vendía coplas. Le di un real al ciego; Larramendi le explicó que yo era un extranjero que venía de un país lejano, de más allá de Francia, y el ciego se puso a improvisar un verso para mí. Como es natural, yo no entendía palabra, pero la gente que nos hacía corro, jóvenes y viejos, chiquillos desarrapados y labriegos en ropa de gala, aplaudían con el mayor entusiasmo.

... yo le expliqué que venía muy del norte, de Dinamarca, donde una vez estuvieron los españoles, a quienes nosotros cogimos cariño. «Entonces era yo un niño», le dije, «un soldado español me cogió en brazos y me apretó una medalla contra los labios, y ese es mi recuerdo más temprano; tenía yo tres años». Ella entendió lo que yo le dije; sonrió, me cogió la mano, y el apretón de su mano fue como un beso, un beso infantil.
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martes, 24 de noviembre de 2009

Congreso leer.es. Madrid, 13, 14 y 15 de noviembre de 2009 1 Declaración Congreso


Fruto de las inquietudes de los asistentes al Congreso Nacional Leer.es y de los
debates que han animado las sesiones, cabe trazar las siguientes conclusiones.
1. La competencia para leer, entender y utilizar de forma reflexiva documentos
escritos de muy diverso tipo debe considerarse una competencia básica para
cualquier ciudadano en la actual sociedad de la información y el conocimiento. Las
personas que no alcancen un nivel aceptable en esta competencia corren el riesgo
de quedar excluidas de la vida social, económica y cultural poniendo en grave
riesgo su desarrollo personal y profesional. Tenemos pues la responsabilidad de
proporcionar a todos esta competencia cultural básica.
2. Las innovaciones tecnológicas de las tres últimas décadas no han hecho sino
acentuar la importancia de esta competencia, pero hacen también más complejo el
acto de leer al requerir estrategias específicas para buscar, seleccionar,
interconectar fuentes diversas de información para alcanzar una diversidad de
objetivos.
3. La competencia lectora tal como ha sido definida en los dos puntos anteriores es
una competencia compleja que requiere esfuerzo sostenido y un largo proceso de
aprendizaje que hay que cifrar en años hasta conseguir el grado de dominio que hoy
consideramos indispensable y que ha sido definido en los dos puntos anteriores.
4. Hay una apreciable variabilidad en cuanto a las características individuales y a los
apoyos sociales y culturales de nuestros estudiantes. Pero esas situaciones de
partida son transformables y todos han de alcanzar unos logros aceptables que, no
lo olvidemos, en el pasado sólo los consiguieron unos pocos. Es pues un desafío
elevar la competencia lectora de todos los ciudadanos. La recompensa será una
sociedad más culta, educada, más participativa y mejor preparada para asumir los
retos de la sociedad del siglo XXI.
5. La magnitud de los objetivos que en la actualidad perseguimos en relación con la
lectura demanda un ambicioso proyecto educativo que, a su vez, reclama un amplio
compromiso de las instituciones, de todos los agentes e instancias educativas, como
las familias, los medios de comunicación, las editoriales y otras empresas que
elaboran materiales didácticos, quienes gestionan bibliotecas, ludotecas, etc.
6. Las evaluaciones que se han venido efectuando de las competencias lectoras de
nuestros estudiantes, con todas las precauciones que requiere su interpretación,
apoyan la idea de que el nivel de competencia lectora no es del todo satisfactorio.
Por ello se necesita adoptar medidas de envergadura sostenidas en el tiempo.
7. La medida más simple y accesible es insistir y profundizar en actuaciones que ya se
vienen desarrollando, como los planes de promoción de la lectura y el papel de las
bibliotecas escolares que proporcionan un marco a los centros y a otros agentes
Congreso leer.es. Madrid, 13, 14 y 15 de noviembre de 2009 2
sociales. Su objetivo prioritario ha de tender a aumentar el peso de la lectura en
todas las áreas y materias del currículo y en todos los formatos, reconsiderar el
tratamiento educativo que recibe y llevar aparejados procesos de innovación y
desarrollo profesional.
8. Ha llegado el momento, tras la experiencia acumulada, de afrontar la capacitación
de los asesores que se encargan de apoyar los planes de mejora de la lectura, única
manera de ayudar a los centros a elaborar proyectos con objetivos ajustados a sus
posibilidades, consensuados y evaluables. Esta formación de asesores es igualmente
crítica para diseñar y llevar a cabo procesos de formación específicos dentro de los
planes de promoción de la lectura.
9. Parece igualmente indispensable que la administración educativa arbitre medidas
que incentiven procesos de innovación en el ámbito de la lectura que den lugar a
cambios sostenibles que puedan ser acreditados mediante procedimientos
rigurosos.
10. Finalmente creemos que es necesario incluir el desarrollo de la competencia
lectora como línea prioritaria en las convocatorias oficiales, singularmente en
I+D+i, para propiciar investigaciones rigurosas sobre aspectos relacionados con esta
competencia, entendiendo que mejorar la competencia lectora de todos los
ciudadanos es una prioridad nacional, como en otros tiempos fue lograr la
escolarización plena de toda la población.


http://blog.leer.es/conclusiones-del-congreso/

jueves, 19 de noviembre de 2009

Carta a Los Reyes Magos




Tania está muy interesada en la nueva vecina, una niña como ella que no habla su idioma, porque viene de Turquía. Tania no entiende por qué algunas personas cambian de repente de país. Las explicaciones de sus padres, y los cuentos que inventan para ella, le ayudarán a comprender. Mientras tanto, en una sutil comparación, las plantas trepadoras del jardín de los vecinos se mezclan con las del jardín de Tania, sin que nadie pueda evitarlo.

sábado, 14 de noviembre de 2009

33 razones para leer


Para vivir más
Para detener el tiempo
Para saber que estamos vivos
Para saber que no estamos solos
Para saber
Para aprender
Para aprender a pensar
Para descubrir el mundo
Para conocer otros mundos
Para conocer a los otros
Para conocernos a nosotros mismos
Para compartir un legado común
Para crear un mundo propio
Para reír
Para llorar
Para consolarnos
Para desterrar la melancolía
Para ser lo que no somos
Para no ser lo que somos
Para dudar
Para negar
Para afirmar
Para huir del ruido
Para combatir la fealdad
Para refugiarnos
Para evadirnos
Para imaginar
Para explorar
Para jugar
Para pasarlo bien
Para soñar
Para crecer
(Aquí va tu motivo)
Victoria Fernández
Directora de la revista CLIJ

viernes, 13 de noviembre de 2009

De los cuerpos celestes



El firmamento me convoca. Restriega
su plácida testuz,
su pelusa de argento, su pescuezo
de hielo troquelado
en las lanas calientes
de mi panza de loba.

El universo
restriega su frágil cornamenta
en este globo terráqueo de mi cuerpo.





De "Verbo madre" 1995 Ana Istarú

http://amediavoz.com/istaru.htm

De los cuerpos celestes



El firmamento me convoca. Restriega
su plácida testuz,
su pelusa de argento, su pescuezo
de hielo troquelado
en las lanas calientes
de mi panza de loba.

El universo
restriega su frágil cornamenta
en este globo terráqueo de mi cuerpo.

De "Verbo madre" 1995

http://amediavoz.com/istaru.htm

domingo, 8 de noviembre de 2009

Tristes guerras

Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.

Tristes armas
si no son las palabras.
Tristes, tristes.

Tristes hombres
si no mueren de amores.
Tristes, tristes.

Miguel Hernández
http://www.youtube.com/watch?v=UfY1Pcq3_-E

Foto antigua

Y esa monicaca de chocolate hasta los kikis de rosados lacitos soy yo.
Quién lo diría.
Quién adivinaría en esos ojitos dulces un atisbo, sólo un atisbo de
amargura.
¡Si ella, la otra yo, la que fue voraz consumidora de leche condensada,
me conociera ahora!
Ahora que estoy hecha un asco, ajada, sin luz, luciérnaga exenta de
brillantes culebreos.
Qué pena.
La abstracción de mi mente ha culminado en un monolito de sal. Y ya
no quiero escribir más.

(La playa del olvido, 1984)
http://www.poesiaspoemas.com/almudena-guzman/foto-antigua>

EL MIRLO

http://www.poesiadigital.es/index.php?cmd=poeta

El mirlo
que busca entre las hojas muertas
insectos y lombrices
se parece al invierno.

Entre raíces diminutas
aprende de la tierra pertenencia,
el peso necesario de su vuelo,

a ciegas,
lentamente madura la raíz
que alimenta la cópula y el canto.

Pasa el invierno.

Nadie escucha
su diminuto corazón.




José Luis Gómez Toré

sábado, 7 de noviembre de 2009

DE LA FORMA EN QUE CONOCÍ A BORGES




Rara vez la vida proporciona oportunidades al común de las personas para conocer gente interesante y en muy contadas ocasiones los pone en el camino de personajes geniales. En mi caso, a mediados de la séptima década del siglo XX la diosa Fortuna dispuso que una de esas singulares ocasiones ocurriera.

Como era mi costumbre todas las tardes iba a tomar el té al entonces lugar de moda, el Hotel Cesars de Miraflores. Serían las cinco de la tarde. Siempre llegaba a las cinco de la tarde. Y así, dueño de mi pequeño mundo ingresé por la puerta principal del lujoso hotel mientras un portero enorme, elegantísimo, con pantalones y zapatos de charol color negro, levita color rojo incendio, lentes con marcos de metal dorados y a modo de sombrero llevaba en la cabeza un anacrónico tarro del mismo color de su corbata y zapatos. El portero tomó la manilla dorada de la puerta de cristal y yo hice mi entrada que, hasta aquel día, había juzgado triunfal.

Parado en el centro del foyer con el propósito de ver y ser visto, de pronto la mirada, como era mi costumbre, se detuvo en la pared de la cual colgaba un enorme y apaisado cuadro al óleo de la escuela pictórica cuzqueña, cuyo motivo era el matrimonio de la Virgen María y San José. Las santas figuras están retratadas bajo el palio nupcial y un rabino de gentil expresión preside la ceremonia. Y debajo del cuadro, para mi enorme sorpresa, estaba sentado Jorge Luis Borges en una banca colonial de madera.

Un frío sudor recorrió mi espina dorsal y de inmediato retrocedí en dirección a la puerta de salida, pero siempre manteniendo la vista sobre la máxima figura de las letras hispanoamericanas. Cuando sentí el frío del viento que entraba por la puerta que de pronto me daba acceso a la calle, paré en seco. No, me dije, esta es tal vez mi única oportunidad de conocer al autor de El Aleph, aquel libro de cuentos que tiene su lugar en mi velador y al cual acudo todas las noches, cual sacerdote acude a su breviario antes de dormir.

Ya ubicado tras una columna, asomando media cabeza comprobé que mi héroe aún permanecía sentado en la banca. Estaba, como era su costumbre, elegantísimo. Vestía un terno color beige, de tela media estación, de confección italiana y una corbata de seda color marrón. El poeta estaba correctamente peinado y con las dos manos posadas sobre su bastón. Sin duda el descendiente de Homero estaba a la espera de su acompañante. Para ese entonces el mundo literario conocía de la confianza que Borges había depositado en su secretaria y acompañante: María Kodama. Tal vez el poeta se había vestido antes y en la inquietud que siempre provocan los cuartos de hotel -por elegantes y cómodos que puedan resultar- había solicitado bajar al lobby, aunque fuera para oír el ruido de los pasajeros que entraban y salían.

Él no podía ver y yo no me atrevía acercarme para hablar. Tenía tantas preguntas que hacer. Pero mi timidez me lo impedía. En aquel momento me odiaba. En silencio me lancé cuanto insulto se me vino a la cabeza para armarme de valor. Habré pasado una hora en ese estado hasta que por fin reuní el valor que desconocía carecer.

Salí detrás de la columna y mis pies se dirigieron hacia él, con la inseguridad propia de un bebé que camina de los brazos de su madre a los de su padre. Durante la lenta travesía miles de ideas y temas revolotearon en mi cerebro. Cuando estuviera al lado del maestro, ¿qué le diría? ¿Debía hablar mucho o poco? ¿Me contestaría?

De pronto, cuando estaba a medio camino, sentí el inconfundible ruido de la puerta del ascensor. Paré abruptamente y volví la cabeza. María Kodama salía del elevador y con alacridad fue en busca del maestro. Le bastaron tres pasos para estar a su lado. Le dio un beso en la mejilla y le dijo que debían apurarse, que los esperaban. El Poeta se puso de pie, le tomó el brazo y enrumbaron a la puerta. De pronto Borges paró y volviendo la cabeza hacia mí, dijo: qué lástima que no alcanzáramos a hablar, me hubiera gustado tanto.

martes, 3 de noviembre de 2009

lunes, 2 de noviembre de 2009

La misión principal de la escuela ya no es enseñar cosas"
"Internet lo hace mejor", dice Francesco Tonucci

Lunes 29 de diciembre de 2008 |

Tonucci: "La misión principal de la escuela ya no es enseñar cosas"El pedagogo italiano no cree en la doble escolaridad Foto: Archivo

Agustina Lanusse
Para LA NACION

"La misión de la escuela ya no es enseñar cosas. Eso lo hace mejor la TV o Internet." La definición, llamada a suscitar una fuerte polémica, es del reconocido pedagogo italiano Francesco Tonucci. Pero si la escuela ya no tiene que enseñar, ¿cuál es su misión? "Debe ser el lugar donde los chicos aprendan a manejar y usar bien las nuevas tecnologías, donde se transmita un método de trabajo e investigación científica, se fomente el conocimiento crítico y se aprenda a cooperar y trabajar en equipo", responde.

Para Tonucci, de 68 años, nacido en Fano y radicado en Roma, el colegio no debe asumir un papel absorbente en la vida de los chicos. Por eso discrepa de los que defienden el doble turno escolar.

"Necesitamos de los niños para salvar nuestros colegios", explica Tonucci, licenciado en Pedagogía en Milán, investigador, dibujante y autor de Con ojos de niño, La ciudad

de los niños y Cuando los niños dicen ¡Basta!, entre otros libros que han dejado huella en docentes y padres. Tonucci llegó a la Argentina por 15a. vez, invitado por el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, a quien definió como "un lujo de gobernante".

Dialogó con LA NACION sobre lo que realmente importa a la hora de formar a los más chicos y dejó varias lecciones, que muchos maestros podrían anotar para poner en marcha a partir del próximo ciclo escolar.

Propuso, en primer lugar, que los maestros aprendan a escuchar lo que dicen los niños; que se basen en el conocimiento que ellos traen de sus experiencias infantiles para empezar a dar clase. "No hay que considerar a los adultos como propietarios de la verdad que anuncian desde una tarima", explicó.

Recomendó que "las escuelas sean bellas, con jardines, huertas donde los chicos puedan jugar y pasear tranquilos; y no con patios enormes y juegos uniformes que no sugieren nada más que descarga explosiva para niños sobreexigidos".

Y que los maestros no llenen de contenidos a sus estudiantes, sino que escuchen lo que ellos ya saben, y que propongan métodos interesantes para discutir el conocimiento que ellos traen de sus casas, de Internet, de los documentales televisivos. "¡Que se acaben los deberes! Que la escuela sepa que no tiene el derecho de ocupar toda la vida de los niños. Que se les dé el tiempo para jugar. Y mucho", es parte de su decálogo.

De hablar pausado y de pensamiento agudo, Tonucci transmite la imagen de un padre, un abuelo, un educador que aprendió a ver la vida desde la perspectiva de los niños. Y recorre el mundo pidiendo a gritos a políticos y dirigentes que respeten la voz de los más pequeños.

-¿Cómo concibe usted una buena escuela?

-La escuela debe hacerse cargo de las bases culturales de los chicos. Antes de ponerse a enseñar contenidos, debería pensarse a sí misma como un lugar que ofrezca una propuesta rica: un espacio placentero donde se escuche música en los recreos, que esté inundado de arte; donde se les lean a los chicos durante quince minutos libros cultos para que tomen contacto con la emoción de la lectura. Los niños no son sacos vacíos que hay que "llenar" porque no saben nada. Los maestros deben valorar el conocimiento, la historia familiar que cada pequeño de seis años trae consigo.

-¿Cómo se deberían transmitir los conocimientos?

-En realidad, los conocimientos ya están en medio de nosotros: en los documentales, en Internet, en los libros. El colegio debe enseñar utilizando un método científico. No creo en la postura dogmática de la maestra que tiene el saber y que lo transmite desde una tarima o un pizarrón mientras los alumnos (los que no saben nada), anotan y escuchan mudos y aburridos. El niño aprende a callarse y se calla toda la vida. Pierde curiosidad y actitud crítica.

-¿Qué recomienda?

-Me imagino aulas sin pupitres, con mesas alrededor de las cuales se sientan todos: alumnos y docentes. Y donde todos juntos apoyan, en el centro, sus conocimientos, que son contradictorios, se hacen preguntas y avanzan en la búsqueda de la verdad. Que no es única ni inamovible.

-¿Cuál es rol del maestro?

-El de un facilitador, un adulto que escuche y proponga métodos y experiencias interesantes de aprendizaje. Generalmente los pequeños no están acostumbrados a compartir sus opiniones, a decir lo que no les gusta. Los docentes deberían tener una actitud de curiosidad frente a lo que los alumnos saben y quieren. Les pediría a los maestros que invitaran a los niños a llevar su mundo dentro del colegio, que les permitieran traer sus canicas, sus animalitos, todo lo que hace a su vida infantil. Y que juntos salieran a explorar el afuera.

-Varias veces usted ha dicho que la escuela no se relaciona con la vida. ¿Por qué?

-Porque propone conocimientos inútiles que nada tienen que ver con el mundo que rodea al niño. Y con razón éstos se aburren. Hoy no es necesario estudiar historia de los antepasados, sino la actual. Hay que pedirles a los alumnos que se conecten con su microhistoria familiar, la historia de su barrio. Que traigan el periódico al aula y se estudie sobre la base de cuestiones que tienen que ver con el aquí y ahora. Esto los ayudará a interesarse luego por culturas más lejanas y entrar en contacto con ellas.

-¿Cómo se puede motivar a los alumnos frente a los atractivos avances de la tecnología: el chat, el teléfono celular, los juegos de la computadora, el iPod, la play station?

-El colegio no debe competir con instrumentos mucho más ricos y capaces. No debe pensar que su papel es enseñar cosas. Esto lo hace mejor la TV o Internet. La escuela debe ser el lugar donde se aprenda a manejar y utilizar bien esta tecnología, donde se trasmita un método de trabajo e investigación científica, se fomente el conocimiento crítico y se aprenda a cooperar y trabajar en equipo.

-¿Es positiva la doble escolaridad?

- En Italia llamamos a este fenómeno "escuelas de tiempo pleno". La pregunta que me surge es: ¿pleno de qué? Esta es la cuestión. La escuela está asumiendo un papel demasiado absorbente en la vida de los niños. No debe invadir todo su tiempo. La tarea escolar, por ejemplo, no tiene ningún valor pedagógico. No sirve ni para profundizar ni para recuperar conocimientos. Hay que darles tiempo a los niños. La Convención de los Derechos del Niño les reconoce a ellos dos derechos: a instruirse y a jugar. Deberíamos defender el derecho al juego hasta considerarlo un deber.



http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1085047

Francesco Tonucci

Francesco Tonucci

“La misión de la escuela ya no es enseñar cosas. Eso lo hace mejor la TV o Internet… Debe ser el lugar donde los chicos aprendan a manejar y usar bien las nuevas tecnologías, donde se transmita un método de trabajo e investigación científica, se fomente el conocimiento crítico y se aprenda a cooperar y trabajar en equipo”.

viernes, 30 de octubre de 2009

El arquero

El arquero


También lo llaman portero, guardameta, golero, cancerbero o guardavallas, pero bien podría ser llamado mártir, paganini, penitente o payaso de las bofetadas. Dicen que donde él pisa, nunca más crece el césped. Es uno solo. Está condenado a mirar el partido de lejos. Sin moverse de la meta aguarda a solas, entre los tres palos, su fusilamiento. Antes vestía de negro, como el árbitro. Ahora el árbitro ya no está disfrazado de cuervo y el arquero consuela su soledad con fantasías de colores. Él no hace goles. Está allí para impedir que se hagan. El gol, fiesta del fútbol: el goleador hace alegrías y el guardameta, el aguafiestas, las deshace. Lleva a la espalda el número uno. ¿Primero en cobrar? Primero en pagar. El portero siempre tiene la culpa. Y si no la tiene, paga lo mismo. Cuando un jugador cualquiera comete un penal, el castigado es él: allí lo dejan, abandonado ante su verdugo, en la inmensidad de la valla vacía. Y cuando el equipo tiene una mala tarde, es él quien paga el pato, bajo una lluvia de pelotazos, expiando los pecados ajenos. Los demás jugadores pueden equivocarse feo una vez o muchas veces, pero se redimen mediante una finta espectacular, un pase magistral, un disparo certero: él no. La multitud no perdona al arquero. ¿Salió en falso? ¿Hizo el sapo? ¿Se le resbaló la pelota? ¿Fueron de seda los dedos de acero? Con una sola pifia, el guardameta arruina un partido o pierde un campeonato, y entonces el público olvida súbitamente todas sus hazañas y lo condena a la desgracia eterna. Hasta el fin de sus días lo perseguirá la maldición.

jueves, 29 de octubre de 2009

En recuerdo de una mujer muerta


ROSA MONTERO 03/12/2006

Te voy a hablar de una escritora formidable: Irmgard Keun. Seguramente no la conoces. Yo tampoco tenía la menor noticia de su existencia hasta que hace poco cayó en mis manos un libro suyo, La chica de seda artificial, publicado en España por Minúscula (qué estupenda editorial) hará un par de años. Es evidente que aquí la obra pasó bastante inadvertida, aunque es una novela en muchos sentidos extraordinaria. En primer lugar, Irmgard la publicó en 1932, a la asombrosa edad de 22 años. La escueta información de la solapa dice que la escritora nació en Berlín en 1910 y murió en Colonia en 1982. Que fue una autora de éxito durante la república de Weimar y que luego, en 1933, sus libros fueron secuestrados por los nazis y Keun tuvo que exiliarse y más tarde pasar a la clandestinidad. La breve nota termina diciendo que, durante los años ochenta, los lectores alemanes redescubrieron sus obras. Cosa que no debió de servirle de mucho, porque para entonces ya estaba muerta. Escalofría ver resumida en siete líneas toda una vida probablemente tremenda.



Si los nazis secuestraron “sus libros” en 1933 es que Irmgard ya había publicado varias obras a la tierna edad de 23 años. Y también para entonces ya había sido famosa. Nuestra sociedad, tan despepitada por la fama inmediata, debería aprender de estas lecciones históricas: ser famoso es bastante fácil, lo difícil es que esa fama perdure a través del tiempo. Pasan los años, pasan los siglos, pasan las épocas, y hasta aquellos individuos que se creyeron más grandes y gloriosos se borran para siempre de la memoria. El ruido de los antiguos imperios al derrumbarse no es más audible que el de la caída de una hoja en otoño.
Dice la escritora italiana Dacia Maraini que las mujeres han conquistado visibilidad literaria, que publican y venden igual que los hombres o más, pero que cuando las mujeres escritoras mueren, mueren para siempre, porque no son recogidas en las antologías ni las enciclopedias. Creo que las cosas están cambiando mucho últimamente (de ahí la recuperación de Keun por los lectores alemanes en los ochenta), pero es probable que el sexismo que denuncia Maraini contribuyera a que Irmgard fuera olvidada en vida tan rápidamente. Resulta inquietante que sucediera así, porque es una escritora maravillosa. La chica de seda artificial es un libro poderoso que retrata la paupérrima y humillada Alemania de los primeros años treinta. Todo ello a través de la narración de una joven alocada, conmovedora e inculta que intenta simplemente sobrevivir (y entre sus estrategias está la de que los hombres la inviten a comer): “Charlamos en un restaurante, y no me quedó más remedio que beber vino, aunque por el mismo precio hubiera preferido comer algo”, cuenta la protagonista de Keun en su novela: “Pero así son ellos: sueltan encantados grandes sumas por la bebida, pero les parece que te aprovechas si tienen que pagar una módica suma por comer, porque la comida es necesaria y la bebida superflua y en consecuencia más elegante”.
Qué talento el de Irmgard: su estilo es económico, preciso, exacto, contundente como un puñetazo en la barbilla. Y luego hablan de la originalidad de Hemingway (un autor a mi modo de ver sobrevalorado). Déjenme copiar otro breve fragmento de este libro. La protagonista no tiene a donde ir, y un taxista le permite dormir dentro del coche (“sin pedirme nada a cambio”) mientras no venga ningún cliente. La chica dormita unas pocas horas y despierta al amanecer:
“–Gracias –dije al taxista y le tendí la mano sudada por el calor.
–Buenos días –dijo sin cogerla.
Me fui. Él estaba completamente encerrado en sí mismo y el agradecimiento ya no le hacía mella. Entonces supe que es una cuestión de suerte coincidir con una persona en los tres minutos diarios en que es buena.”
¿Fue buena persona Irmgard Keun, más allá de esos tres minutos diarios? A juzgar por su novela, fue una mujer que ya a los 22 años conocía asombrosamente bien el corazón humano. Fue una gran escritora, fue famosa, fue olvidada, vivió, gozó, sufrió y murió. ¿Cómo puede alguien ser tan ignorante o tan pretencioso como para aspirar a la posteridad? Todo pasa, todo se olvida y se acaba, tanto lo bueno como lo malo. Lo cual, en alguna medida, es un alivio.

sábado, 10 de octubre de 2009

Para ser un buen lector, una buena lectora, ¿qué puedes hacer?


1.- Todos los días, resérvate un rato para leer.

Después de merendar, antes de dormir... ¿Cuál es tu momento preferido? Hay tiempo para todo: para jugar, para estar con los amigos, para leer, para estudiar...
Organízate bien y no te olvides de reservarte el momento que más te guste para leer tus libros favoritos.

2.- Busca cualquier disculpa para que te lean y te cuenten cuentos.

¿Te gusta que te cuenten historias? ¿y que alguien lea en voz alta? Busca la mejor ocasión para pedir a tus padres, a tus abuelos, que te cuenten todas las historias que conocen ¿o prefieres que te lean cuentos?

3.- Visita la librería y bibliotecas más próximas.

¿Conoces la biblioteca más cercana? ¿Y la librería? ¿Por qué no pides a tus padres que te acompañen? Allí te enseñarán las últimas novedades y te recomendarán libros sobre tus temas favoritos. Además, puedes hacerte. El carné de lector. ¿O lo tienes ya?

4.- Fíjate bien en cómo leen las personas mayores.


¿Te has dado cuenta de todo lo que hacen los mayores mientras leen? ¿Has visto lo bien que lo pasan leyendo? Cuando lean tus padres, tus hermanos, tus abuelos... no te pierdas ningún detalle.

5.- No te quedes con ninguna duda.

Siempre que estés leyendo, a solas, o con tus padres, o en el cole, no te quedes con ninguna duda. Si no entiendes algo, pregúntalo. Los mayores saben muchas cosas que pueden ayudarte. Ellos sí que son buenos lectores.

6.- Si te apetece leer, lee. No te distraigas con otras cosas.

¿Hay veces que tienes unas ganas irresistibles de leer? No lo dudes: apaga la tele, prepara tu sitio preferido y ponte a la labor. ¡Eso sí que es emocionante!

7.- Pide consejo: a tus padres, a tus profes, al bibliotecario, al librero...

Si no sabes qué leer, si te has atascado con algún libro, pide ayuda. Tus profesores, tus padres, el librero o el bibliotecario de la zona, algún amigo a amiga..., seguro que a ellos se les ocurren muchas ideas.

8.- Aprovecha cualquier ocasión para leer.

Cualquier motivo puede ser bueno para conseguir Los mejores libros: cuando prepares tus vacaciones, cuando quieras aprender cosas nuevas, cuando te apetezca leer las historias más fascinantes...
¿Por qué no das ideas a tus padres para que te regalen más libros?

9.- Piensa que tus amigas, amigos, son los mejores compañeros de lecturas.


¿Has intercambiado alguna vez libros con tus amigos? ¿Habéis jugado a contaros historias: las más misteriosas, aventuras, inquietantes, divertidas?
Hay juegos basados en libros que puedes organizar: disfrazarse, una obra de teatro, hacer títeres... Pruébalo y verás qué buen resultado.

10.- Organiza bien tu biblioteca.


¿Tienes tus libros ordenados? ¿Has reservado algún lugar especial para guardarlos?
Consulta a tus padres: seguro que ellos pueden ayudarte a ordenarlos, a arreglar los que se han estropeado, a decorar tu biblioteca......

domingo, 27 de septiembre de 2009

Fortaleciendo la Habilidad Lectora

http://www.elparadiario14.cl/admin/render/noticia/18031

La velocidad así como la comprensión lectora son competencias importantes y requeridas en los estudiantes. Vea aquí como el software libre las apoya. por Héctor Mamani



Escrito por Hector Mamani


Desde simples textos hasta instrucciones complejas pueden resultar un calvario si no tenemos la habilidad para asimilar y comprender lo que leemos. La problemática en este sentido, es pan de cada día para los docentes que ven cómo sus estudiantes, simplemente no leen o presentan dificultades. Es un tema transversal, no solo relacionado con un subsector, como Lenguaje, sino que también con matemáticas (resolución de problemas), sociedad y ciencias. En general, podemos decir que mientras menos palabras conocemos y utilizamos, menos capacidad de razonar tenemos; por lo que leer se vuelve fundamental.

La escuela Ejército de Salvación Arica, bajo la atenta mirada de su representante legal, Mayor Hernán Espinoza Flores, ha implementado todo un plan para reforzar estas habilidades. Su equipo dirigido por don Augusto Lazo Prado, director, así como asistentes de la educación y docentes cuenta con prácticas diarias de lecturas que engloba a toda la unidad educativa y reforzamientos los día sábado, por la mañana.

¿Se imagina toda esta actividad sin evaluación? No sirve solo colocar una nota en general, es importante reconocer aprendizajes específicos y poder seguir su comportamiento en el estudiante a medida que las actividades avanzan y es ahí donde el apoyo informático se torna muy relevante.

Automatizando procesos

Las notas se ingresan dependiendo la actividad, teniendo en cuenta dos modalidades, automáticas por medio de formularios electrónicos en los que responden los estudiantes y manual en el caso de ejercicios de evaluación conceptual (no todo puede ser "alternativas"). Es así como se generan reportes automáticos, los que después de ser procesados y enviados a un sistema de base de datos, permite fácilmente realizar búsquedas/consultas por estudiante, por curso, sexo, etc. y estudiar así el desempeño de estudiantes y metodologías educativas. Además, se pueden incluir datos de años anteriores, lo cual arroja más información y conocimiento relevante. Así, los docentes pasan de corregir todo a mano a evaluar los resultados y realizar estudios sobre los procesos que efectuan. Todo lo anterior sin gastar un peso en tecnología, ya que se usa software libre gratuito.

Herramientas como Jclic, openoffice.org y sistemas operativos GNU/linux (más de una distro, dependiendo del equipo y las necesidades) además de todo lo anterior, permite olvidarse en general del tema de infecciones de virus, lo que redunda en un mejor aprovechamiento de las máquinas y el tiempo de trabajo de los docentes. De a poco las consultas de los docentes ya no son "por qué mi equipo está más lento" ó "qué es eso de usted tiene que pagar por la licencia", pasando a ser: "cómo hago para implementar tal contenido", "cómo hago para editar tal archivo", etc. es decir, de una mirada más pasiva y "asumida" a un rol activo en la ejecución de metodologías. El cambio, claro, no es de la noche a la mañana, pero es apoyado hasta por los mismo estudiantes, los que les motiva mucho más participar por la red de foros y hasta de sus casas, que las típicas clases expositivas.

Sin ir más lejos, este artículo está escrito gracias a un editor, incrustado en firefox, que genera automáticamente el código html.

¿Qué se viene?

Agregando a las lecturas un toque más cautivante, así como cuentos con pistas ocultas o simplemente preguntando por su desarrollo, se pueden generar dinámicas que, unidas a las TIC's, le dan un carácter casi de video juego a una clase. Aquí aparecen entonces las competencias entre niveles y por qué no, entre escuelas. Basta un simple proyector y un programa con puntajes obtenidos por las respuestas correctas, para armar todo un circuito dentro de la misma escuela. ¿se imaginan niños jugando a leer? no es para nada complicado, solo se necesita ánimo...

sábado, 26 de septiembre de 2009

Escritores e ilustradores en youtube

http://www.youtube.com/watch?v=uTqlmooBPM8&NR=1

http://www.youtube.com/watch?v=2AeXiHqUGd0&feature=related

DESPEREAUX Kate DiCamillo

DESPEREAUX

Es la historia de un ratón, una princesa,

un cucharada de sopa

y un carrete de hilo

Capítulo Uno Este es el último

ESTA HISTORIA COMIENZA entre los muros de un castillo, con el nacimiento de un ratón. Un ratón muy pequeño. El último ratón que les nacía a sus padres y el único de su camada que había nacido vivo.

-¿Dónde están mis bebés? -dijo la agotada madre cuando el mal rato hubo terminado-: enséñame a mis bebés.

El padre ratón levantó bien alto al ratoncito.

-Sólo hay uno --dijo-. Los otros han muerto.

-Mon Dieu, ¿tan sólo un ratoncito?

-Sólo uno. ¿Cómo lo llamarás?

-Tanto trabajo para nada --dijo la madre y, suspirando, añadió-: ¡Es tan triste! ¡Es tanta la decepción!

Era una ratona francesa que habla llegado al castillo hacía mucho tiempo en el equipaje de un diplomático.

francés que estaba de visita. "Decepción" era una de sus palabras favoritas: la utilizaba a menudo.

-¿Cómo lo llamarás? -repitió el padre.

-¿Que cómo lo llamaré? ¿Lo llamaré? Claro que sí, lo llamaré, pero seguramente va a morirse como los otros. Oh cuán triste. Cuán triste. Oh, qué gran tragedia.

La ratona se llevó un pañuelo a la nariz, lo agitó frente a la cara y se sonó.

-Sí, claro que le daré un nombre. Llamaré Despereaux a este ratón, por toda la tristeza, por la desesperanza de este lugar. Y a ver, ¿dónde está mi espejo?

Su marido le tendió un pequeño trozo triangular de espejo. La ratona madre, que se llamaba Antoinette, miró su reflejo y le dijo a uno de sus hijos con un suspiro:

-Tulés, vete a por mi bolsa de maquillaje. Tengo unas ojeras terribles.

Mientras Antoinette se retocaba la pintura de los ojos, el padre colocó a Despereaux en una cama hecha de trocitos de manta. El sol de abril, débil pero decidido, atravesó una ventana del castillo y buscando un agujerito del muro tocó con un dedo dorado al recién nacido.

Sus hermanos mayores se reunieron para contemplar a Despereaux.

-Tiene las orejas demasiado grandes -dijo su hermana Merlota-. Son las orejas más grandes que he visto nunca.

-Mira -dijo un hermano llamado Frano- tiene los ojos abiertos. Pa, tiene los ojos abiertos y no debería tenerlos.

Es cierto: los ojos de Despereaux no deberían estar abiertos, pero lo estaban. Miraba el reflejo del sol en el espejo de su madre. La luz se proyectaba sobre el techo en forma de óvalos brillantes y Despereaux sonreía mirándolos.

-Hay en él algo que no* marcha, este latoncito no está bien -dijo el padre-. Déjenlo en paz.

Los hermanos y hermanas de Despereaux se echaron atrás, separándose del nuevo, miembro de la familia.

-Éste es el último -proclamó Antoinette desde su lecho-. No tendré más hijos: son una decepción tan grande y se cobran un tributo tan duro para mi belleza. Arruinan mis encantos. Éste es el último. Ni uno más.

-El último -dijo el padre-. Y pronto habrá muerto. No puede vivir. No puede vivir con los ojos abiertos de ese modo.

Pero, lector, vivió.

Y ésta es su historia.

El mar hace un ruido

MAR: SAS ROOR SAS

VIENTO: SUUUSIIISEEESUUU

LEONES: GRAUR GRAUR

LLUVIA: CHACH CHACH

MULTITUD: bla bla bla.bla bla bla

luna: suuuuuuuuuuuuuu

PAREDES: PONPONPONPONPONPONPONPONPON

El mar hace un ruido: sas roor sas

El viento hace un ruido: suuusiiiseeesuuu

Los leones hacen un ruido: graur graur

La lluvia hace un ruido: chach chach

La luna hace un ruido: suuuuuuuuuuuuuu
Las paredes hacen un ruido: ponponponponponponponpon.

Felix Francisco Robles


PROYECTO JUAN DE MAIRENA

Catalina y sus amigos del Wu-Chi



Un día se encontraba Catalina completamente sola y aislada en el jardín. Estaba muy triste y no quería hablar con nadie. No quería en ningún caso jugar con otros niños. La miramos desde casa y entonces observamos cómo un tigre blanco se le acercaba. Éste se dirige a Catalina, que alza la vista asombrada. Catalina estaba completamente decidida a no hablar con nadie. Pero el tigre consigue entablar una conversación con ella.

Tigre: ¿Cómo te llamas, muchachita triste? Catalina: Me llamo Catalina, ¿y tú?

Tigre: Yo soy el tigre blanco Tui.

Catalina: Ese nombre sí que es raro, aunque me gusta mucho.

Tigre: Catalina, ¿me quieres decir por qué estás tan triste?

Catalina: No lo sé. Hay días en los que simplemente estoy triste. A veces sé por qué; a menudo ni siquiera lo sé.

Tigre: Tampoco es tan importante que sepas de donde viene la tristeza. ¿Pero sabes cómo deshacerte de ella?.

Catalina: No, precisamente no. A veces se me pasa rápido, pero otras veces dura mucho, y entonces desearla tener un amigo que me pudiese ayudar a que la tristeza desapareciese de nuevo.

Tigre: Yo puedo ayudarte. Sí quieres me gustaría ser tu amigo. Catalina. Oh sí, si que quiero!. ¿Pero cómo me vas a ayudar?.

Tigre: Eso es muy fácil. Devoraré toda tu tristeza.

Catalina: Pero eso ¿es imposible!. Ello no te saciaría, y además no puedo ni imaginármelo. Por otra parte tengo miedo de que no puedas diferenciar entre mi y mi tristeza. ¿Y sí me comes sin darte cuenta?.

Tigre: ¡No te preocupes en absoluto!. Te lo explicaré, y es muy importante que me preguntes siempre que no entiendas algo hasta que llegues a comprenderlo. Pero primero quiero preguntarte algo: ¿donde sientes con mayor intensidad que estás triste?

(…)

Tigre: Ahora te quiero contar un secreto.

El tigre acerca mucho el hocico al oído de Catalina.

Tigre: Yo soy de China.

Catalina: está sorprendida y dice: Pero ¿cómo has llegado hasta aquí? Mí padre me ha dicho que China está muy lejos.

Tigre :Yo he llegado a través del "WU-CHI” hasta Ursula, Wolfgang y Antje y ahora también hasta ti. Pero déjame seguir. En China los hombres saben que el tigre blanco se come la tristeza.

-Catalina: Eso no lo entiendo. Si no se la puede ver, tampoco se la puede comer. Nuestros tigres comen aquello que yo puedo ver.

Tigre: Entonces, ¿has visto alguna vez lo que comen los árboles?.

Catalina: Ellos cogen su alimento del suelo, por eso tienen unas raíces tan largas,

Tigre: Eso es cierto, pero ellos necesitan también para comer aquello que tú espiras, esto es, el aire gastado. Y entonces vuelven a espirar lo que tú necesitas para inspirar.

Catalina: sorprendida ¿es eso verdad?

Tigre: Esto está organizado muy sabiamente en el mundo Siempre nos damos unos a otros aquello que necesitamos para vivir. Es un continuo intercambio, y pronto te darás cuenta de que así a todos nos puede ir muy bien. Tan sólo hemos de estar dispuestos a desprendernos también de aquello que ya no necesitamos.

Catalina: ¿Pero como puedo yo dar mí tristeza a devorar?

Tigre: Eso es muy sencillo. Ahora te voy a enseñar un sonido con el que podemos hacer que salga la tristeza de tu pecho. Este sonido es: "SSSSSSSSSSS".

Acto seguido pronunciaron los dos juntos este sonido:

“SSSSSSSSSSSSS".

Inmediatamente después ve Catalina cómo el tigre comienza a comerse la tristeza.

La mastica con mucho detenimiento y se la traga con fruición.

Tigre: Y ahora intenta sonreír. sonríe vacilante.

Catalina sonríe vacilante.

Tigre: Bien hecho. Ahora sonríe a tus pulmones hasta que veas

que te devuelven la sonrisa.

Catalina hace lo que el tigre le ha dicho. Entonces señala al dibujo siguiente y comienza a reír: "Mira, los pulmones me ríen", dice muy entusiasmada.

Tigre: Como ves no te he prometido demasiado. Naturalmente, sí tu tristeza es más grande, es posible que tengamos que repetir más veces este sonido. Entretanto debes siempre darme tiempo suficiente para que pueda devorar tu tristeza.

Catalina: Con tanto comer te has hecho mucho más grande.

Tigre: Claro. Tú también te haces cada vez más grande con la comida, Pero yo no sólo me hago más grande, sino también más fuerte y valiente.

Catalina: Me parece bien. Yo también quiero ser más fuerte y valiente.

Tigre: ¿Te acuerdas aún de lo que te he dicho?. En este mundo nos damos siempre unos a otros aquello que necesitamos. Yo soy tu amigo y te daré mi fuerza y mí valentía en agradecimiento por haberme dado a devorar tu tristeza. Siéntelo dentro de tu cuerpo.

El tigre le da un soplido a Catalina. En la imagen puedes ver claramente cómo ésta se transforma. La expresión de su rostro es completamente diferente, y también la de su cuerpo.

El Tigre se ríe: Parece como sí fueras a bufar o a rugir como un tigre.

Catalina también se reía. Todo era realmente como le habla contado el tigre. Él se habla comido la tristeza y a cambio le había regalado a Catalina fuerza y valor.

Tigre: Sin embargo es importante que no sólo te acuerdes de mi cuando estés muy triste. En primer lugar porque puede ocurrir que yo esté muy hambriento durante mucho tiempo, y en segundo lugar, porque es posible que no pueda devorar toda la tristeza de una vez, si mi estómago queda demasiado lleno. Es mucho mejor que me llames cada noche y hagas conmigo este ejercicio.

Catalina y sus amigos del Wu-Chi

Un cuento no solo para niños

De Ursula Schubert y Wofgang Neutzler

Traducción de Cecilia Guillen

VIVERO FORESTAL

El día 281312006 fuimos a Sierra Tejeda de la Almijara-Alhama. El autobús vino a las 9:00 C Cuando tenía que venir a las 8:30 (aunque gracias a eso yo pude ir porque llegué 5 minutos después). Al principio estábamos muy bien pero cuando empezaron las curvas... Todos los niños vomitando. Vomitó primero Julio, y nada mas verle Ángel, también vomitó y ya hicimos una cadena por lo menos ¡quince niños!

Pero lo mas gracioso es que todas la vomiteras, fueron al pasillo del autobús. Yo por poquito también vomito pero le pedí a Elena su torta de azúcar y me relajé mucho porque me dio un subidón. Al llegar, merendamos y empezarnos a ver plantas con Elena, (que era como se llamaba la monitora) como el romero, la encina, pinos.... Fuimos por un pequeño sendero y fuimos a un mirador donde se vela todo desde arriba, las fábricas, escuelas, iglesia.... A continuación fuimos al vivero donde vimos muchísimas plantas y árboles desde el día que se plantaron hasta hoy. Nos dieron una ficha y la comentamos, después fuimos cerca de un río donde íbamos a almorzar pero es que ¡fue un reír!. Manolo se llevó una mochila de camping y dentro llevaba: su mantel, su servilleta, sus cubiertos hasta para dos personas, su copa de gran calidad y, lo más gracioso, la tortilla de patatas. Nos invitó a todos a su tortilla y

la maestra, la tenía que probar ¿no?. Pues Manolo le cortó de un cuarto de tortilla el piquillo de la tortilla, y la maestra fue con hambre y cogió la parte ¡más grande! Que gracia. Allí, al estar cerca del río, teníamos mucho calor, no pudimos resistirnos a bañarnos un poquito. Yo nada más tocar el agua metí un salto y me salí directamente para afuera. Estaba helada y no pude aguantar ni un minuto. Elena, Manolo, José y más gente si se bañó

sí se bañó; pero Sebastián me quedé impresionada, se quedó en calzoncillos y se metió hasta el cuello

Dios mío que frío Todos cazaban unas arañitas pequeñas que estaban en el agua y, a mí, me daba mucho asco. Después nos fuimos al autobús y fuimos a La Herradura. Este viaje fue más tranquilo, sólo vomitó Marla y llegamos. Una excursión divertida y angustiosa.

LAS GAVIOTAS LA HERRADURA GRANADA

Juegos y poemas para bebés: Chíneli, míneli, bárbula, bócula

Personalmente, uno de los géneros que más me gusta es la poesía tradicional en forma de retahílas y juegos de palabras, con más o menos sentido. En este poema suizo, los padres (tradicionalmente, la madre, según se recoge en el texto) pueden jugar con el bebé o el niño pequeño, recorriendo su cara y las distintas partes mientras mencionan nombres de juego. La verdad es que poesía y cariño son una combinación casi inmejorable…

La madre va diciendo estas palabras mientras lava con dulzura la cara del niño: la barbilla, la boca, mejillas y carrillos, la nariz, los dos ojos y la frente; para terminar tiramos suavemente del pelo.

BÁRBILA, BÓCULA

Bárbila,
bócula,
méjila y cárrilo,
¡narícula!
Ójulo, lóculo,
fréntula dúrula…
¡y los peliculi, peliculi, peliculi!


Die Mutter sagt die Worte, während sie das Gesicht des Kindes wäscht: Kinn, Mund, beide Wangen, Nase, beide Augen, Stirne und zum Abschluss zieht man ganz leicht am Haar.

CHINELI, MINELI

Chineli
Mineli
Bäggeli und Näggeli
Nasestüberli
Füüräugli, Wasseräugli
Stirnegüpfli
und es Haarrüpfli!


La traducción de más arriba crea juegos de palabras nuevos, que podrían imitar los del alemán, para dar una idea. Pero existen poemas tradicionales en español que realizan juegos muy parecidos. Por ejemplo este, que recogía Carmen Bravo Villasante en su Una, dola, tela, catola:

ESTA BARBA, BARBARÁ

Esta barba, barbará,
esta boca comerá,
este cachete, machete,
este, su compañerete.
Esta nariz, narigueta,
este ojito, pajarito,
este su compañerito.
¡Tope Sanche, carnerito!



* Fuentes: Susanne Stöcklin Meier (ed.), Verse, Sprüche und Reime für Kinder, Orell Füssli, Zúrich, ed. 1986. Traducción de Gonzalo García (c). Carmen Bravo Villasante (ed.), Una, dola, tela, catola, Miñón, 1976, Valladolid, p. 49.

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miércoles, 23 de septiembre de 2009

GRANADA Y LOS CINCO SENTIDOS.......

Te propongo, querido viajero, un juego: que percibas Granada a través de cada uno de tus sentidos. Te advierto que no es un ejercicio fácil, a pesar de las múltiples ventanas por las que resbala su hermosura; si de veras quieres entenderla entera, si ansías empaparte de ella, tienes que abrir tu alma y dejar que te cale, que inunde todos tus sentidos, mirarla con ojos de águila desde la torre de la Vela o el mirador de San Nicolás, escuchar los ecos profundos de su pasado y el palpitar de sus gentes de hoy, saborear los caldos calientes de sus tabernas, palpar los muslos turgentes de sus fuentes y oler el humo violeta de su cuerpo.

Cuando el arcoíris de tus sentidos haya alcanzado la plenitud de su elíptica, tamiza con ojos críticos cada uno de los estímulos percibidos y el jugo que resulte bébetelo en copa de cristal tallado, desde ese momento, tus carnes serán un remedo de su textura, tu alma, un aljibe más donde ella reposará para siempre. Sal y báñate en ella.

la vista






Si hay una ciudad donde la luz juega al escondite que, si no estás atento se te pierde entre las sombras de los dos ríos sobre los que está asentada cuando platica con el Sacromonte en las tardes de rojo agareno, ésta, es Granada. El sol la colorea de distinta manera si resbala por los cármenes floridos del Albaicín, que cuando baja a las oscuras callejas de su entramado urbano o planea lento sobre las terrazas de fuerte color Generalife.

Fotografía en tus retinas, nada de cámara fotográfica, cada una de sus callejuelas, recréate en todas y cada una de sus fachadas y no dejes que los silogismos profanos te cuarteen los ojos y no puedas retratarla en todo su esplendor.

Esta ciudad cambia los matices constantemente, inyecta esencias diferentes en cada amanecer, las pinceladas cromáticas con las que se peina apuran todos los aceites. Granada es luz y contraste en estado puro, mírala con pasión.



el tacto






Si manoseas los adobes terrosos de su muralla, si posas tu frente en el frío mármol de sus iglesias, si lavas tus manos en los bucles de sus fuentes, estarás recorriendo la piel lozana y tersa de esta ciudad que se viste de sayo en otoño, con abanicos de colores en primavera.

Tócala con la mano, no sólo con el alma, manosea las paredes ásperas del cubo y comprenderás que ella no es sólo pasado, que se unta en la piel los afeites modernos sin cambiar su lozana estampa, que remoza los abalorios de su vestido sin perder un ápice de su encanto. Acaríciala como si fuera tu amante, con la misma pasión que el marinero ama en cada puerto, con mano suave, con besos tiernos, con susurros de balsámico aceite. Pálpala.


el olfato

¿A qué huele Granada? ¿Cómo la puedo oler? ¿Dónde? Para mí, huele a musgo umbrío del Darro, al vaho caliente de su vega, a frondoso y fragante olor de rosas, a rocío matutino, a naranjo y a miel. ¿De dónde sacas esas fragancias? De los fresnos áureos de la fuente del avellano, del intenso supurar de los cipreses del Albayzín, del aromático mirto.

No pierdas tu tiempo en preguntas que en nada te van a ayudar, sal a la calle y rastrea, como un sabueso, todos sus rincones, sigue el rastro selvático de sus viejas heridas y olerás el azafrán de sus aljibes; olfatea cada palmo de su cuerpo y percibirás los olores calientes que embriagan, persigue contracorriente los hilos de plata que la bañan y comprenderás a qué huele Granada. Abre tus pituitarias y llena tus pulmones de su aroma.


el oido


El claxon de la velocidad déjalo en el hotel, cálzate las zapatillas de la calma y abre el micro de tus sentidos. Ve al bosque de la Sabica y escucha el correr del agua por las acequias que inspiran al ruiseñor y cómo la umbría lo envuelve todo en ovillos de silencio, duende que no vemos, pero que está ahí y juega con los niños en los estanques, en las horas de la amanecida con los amantes, en los alminares de las noches cerradas con los crápulas.

Los susurros arcanos que corren bajo las bóvedas del Dauro son los mismos lamentos y alegrías que brotan en las cuevas del Sacromonte, por eso, quítate los auriculares de la prisa, siéntate en un banco del paseo de los tristes y escucha el lamento quejoso del agua que baja de la sierra, antes que el bullicio de la calle y el acre tumulto del tráfico lo engulla. Escúchala con atención


el gusto


Como este sentido es menos espiritual, está hecho más para la materia, también hay que complacerlo sino el pentagrama de nuestros sentidos se arrugaría y no podríamos componer la sinfonía con las notas que cada día recogemos, Granada, viajero, te ofrece un amplio abanico de terrazas, de bares y restaurantes donde el quinto jinete, el de la gula, puede gozar de una gran variedad de viandas que lo dejarán saciado y complacido.

Si nos visitas a primeros de año y no temes que algún pliegue de tu piel comience a redondearse, no te vayas sin probar la olla de San Antón, ni dejes subir al Sacromonte a comer habas con bacalao, pero si tu paladar es más exquisito y tu bolsillo no sufre las inclemencias del Ibex 35, no te preocupes, esta ciudad es una despensa repleta de buenos manjares y tiene un ramillete de excelentes restauradores que darán cumplida respuesta a tus demandas.

Como ves, este sentido no se alimenta de cosas etéreas, si me apuras vive más a pie de tierra, es el encargado de la intendencia, el que cuida los detalles para que sus cuatro hermanos puedan abarcar los cuatro estadios de los que se viste la belleza




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domingo, 13 de septiembre de 2009

BIBLIOTECAS

Biblioteca Virtual de Andalucía: http://www.juntadeandalucia.es/cultura/bibliotecavirtualandalucia

Ciudades Virtuales Latinas: http://www.bibliotecasvirtuales.com

Enlaces a Bibliotecas virtuales: http://www.univalle.edu/biblioteca/biblioteca.htm

Centro Virtual Cervantes: http://cvc.cervantes.es/portada.htm

Biblioteca Virtual de las Culturas Hispánicas: http://cervantesvirtual.com

Biblioteca Nacional de España: http://www.bne.es

Red de Bibliotecas Universitarias de España : http://www.universia.es/contenidos/bibliotecas/biblioitecas.htm

Filmoteca de Andalucia: http://www.filmotecadeandalucia.es

Biblioteca de la Universidad de Granada: http://www.ugr.es/~biblio/

sábado, 12 de septiembre de 2009

EL COLOR DE LA VIDA

No quiero que parezca soberbia, pero creo a veces que cada uno recoge lo que previamente ha sembrado. En otras palabras, tiene lo que se merece. Si nuestra actitud es buena y positiva, recibimos lo "sino. Me preocupa muchísimo que a mis hijos les puedan decir algún día algo malo de mí. Soy muy estricto en el tema moral, en el tema del dinero, en el del engaño.

Tengo un sentido de la especie muy orgulloso. Me gusta que la gente que me quiere se pueda sentir orgullosa de mi conducta.

Puede que no sea muy moderno, pero forma parte de mi talante, de mi forma de ser.

Vivo y dejo vivir en La Vega, donde empiezan los olivares, hacia el sur de Granada, rodeado por veintitrés olivos. Cada vez me gustan más los animales. Busco el poder del silencio. El poder del olvido que convierte la memoria en sueños. Y tengo tres cosas para contarlo: un pájaro, una planta y un perro.

Tengo una mimosa púdica, vergonzosa le llaman en Motril, y con sólo rozarla levemente cierra sus hojas dentadas y suaves, abatiendo sus ramitas verdes, peludas y transparentes como la criatura delicada y sensible que es. Vive en una maceta, en la zona umbría de mi casa, en el campo, donde cuidamos entre todos la humedad de sus raíces. Me impresiona muchísimo. Cada vez que paso junto a ella y sin darme cuenta la rozo con las manos o con el pantalón, ella se comprime, se contrae, se encierra en sí misma, como una adolescente, y sólo le falta suspirar y lamentarse de melancolía. Al verla tan alterada yo le hablo y le digo, que si pobrecica, que si no te voy a hacer nada, que si no te asustes tú, angélica. Y ella, con sus movimientos de criatura suave, comienza a despertar, a extender sus ramitas, llenándome de alegría el corazón y de ternura los ojos. Es mi secreto, ésa es la fuerza que tengo. De ahí viene todo el poder que poseo para la melancolía.

Tengo también una perra que mas parece un dibujito de tiburón con patas que un perrito saltarín y cabezón. A manchas blancas y negras, tiene los ojos achinados, pequeñitos y negros. Negrísimos, en una cabeza grande y alargada, una mandíbula de dientes enorme, que le ocupa casi toda la boca, que de frente parece como si le hubieran pintado los labios con carmín, con la mancha negra y pequeña que le cubre la parte del morro. Hace ruidos extraños con el estómago, y refunfuña y eructa, ya sea de cariño o de hambre. Devora más que come. Es pequeña de alzada, musculosa, de pelo corto y brillante.

Cuidado con el perro, no maltratar al amo. Tiene mucho amor propio y mala leche. Cabezona, es capaz de estar de pie horas y horas, frente a cualquier cosa que quiera, absolutamente quieta, sin mover un párpado, hasta que se te cae el alma de pena y le abres la puerta. Da grandes culazos y cabezazos contra cualquier cosa, en las noches de frío. ¡Atención!: suele peerse cuando más confiado estás. Es casi tan bruta como yo. Por eso la quiero.

Esta mañana, me ha despertado chillando el mirlo negro y bribón que desde hace varios años visita cada otoño los árboles de mi casa. Han ladrado los perros, y al abrir la ventana de mi dormitorio para ver qué pasaba, he oído al viento soplar entre los chopos amarillos, y he sentido cómo mi pecho se llenaba con el aire dulce y frío de la Sierra Nevada.

De todo lo que he aprendido últimamente concluyo que somos por encima de cualquier cosa emoción y sentimiento. Esto es lo que define nuestra relación con la vida, por eso la alegría tiene el pico naranja y el cuerpo azabache de los mirlos de otoño. Al verlos tan ajenos, tan cercanos a todo lo nuestro, tan vigilantes y tan inquietos, tan lejanos sobre los chopos del jardín, he cambiado mi alma por la suya. Y nunca más volveré a ser melancolía en mis sueños.

Vida es lo que nos queda por vivir...

CARLOS CANO

TEMAS DE HOY

lunes, 31 de agosto de 2009

viernes, 21 de agosto de 2009

Los niños hispanohablantes aprenden a leer y escribir antes que los angloparlantes

una de las evidencias en las que investigadores de la UGR, junto a otros europeos, basan su investigación sobre aprendizaje de diferentes lenguas

viernes, 21/08/2009 10:35



Conocer los mecanismos de aprendizaje del lenguaje con el objetivo de “mejorar el sistema educativo y de estimular a las personas con trastornos lingüísticos para que aprendan a leer y escribir” es el objetivo del trabajo que realizan expertos de la Universidad de Granada (UGR), bajo la coordinación de la psicóloga y pedagoga Silvia Defior, dentro del proyecto europeo Enhancing literacy development in European languages (ELDEL). En este trabajo -financiado por el VII Programa Marco- estudiarán los procesos de aprendizaje de la lectura y la escritura en distintas lenguas para comparar unos con otros y conocer mejor los factores implicados, informó hoy Andalucía Investiga.

Cada lengua es una combinación única de letras y sonidos. No es lo mismo aprender inglés que español, francés, italiano... Cada idioma tiene una serie de grafemas (unidades del sistema escrito) y fonemas (del nivel fónico-fonológico), así como una particular relación entre los mismos.

Por ejemplo, Defior explica que el español tiene un sistema de escritura más sencillo que el inglés, debido a que la relación entre los grafemas y los fonemas en nuestro idioma es muy transparente. Es decir, la representación gráfica de los sonidos es mucho más fácil que en el inglés, donde la relación entre fonemas y grafemas es mucho más impredecible y casi todas las palabras se escriben de una manera y se pronuncian de otra.

"Por eso los niños españoles aprenden antes a hablar y a escribir que los ingleses", subraya la experta, quien señala que, no obstante, el castellano también tiene algunas inconsistencias, como el problema para distinguir entre b y v, g y j, o c y z. "Por ejemplo, la palabra bagaje hay que conocerla para saber cómo se escribe, porque según su pronunciación, podría escribirse de distintas formas (vagaje, vagage, bagage)", sostiene la investigadora.

Así, el proyecto ELDEL quiere estudiar todos los factores psicolingüísticos y cognitivos que afectan al aprendizaje de la lectura y la escritura de una lengua, es decir los relacionados con la capacidad de memoria, de atención visual, o los relacionados con aspectos morfológicos y sintácticos, pero también quiere investigar cómo influyen los factores ambientales, cómo el entorno social y cultural en el que el niño aprende.

Niños de entre 5 y 8 años

Por ello el grupo granadino trabaja con niños de entre 5 y 8 años y colabora con colegios como el Sierra Nevada, el Cristo de la Yedra o el Santa Juliana, en la provincia de Granada.

Silvia Defior destaca, además, que esta investigación también quiere conocer cómo se desarrolla la adquisición del lenguaje en personas que padecen trastornos de dislexia o disgrafía (problemas en la capacidad para escribir) así como en personas con Síndrome de Down o con otros trastornos específicos del lenguaje.

En ELDEL participan cinco lenguas: inglés (germánica), español y francés (romances) y checo y eslovaco (eslavas) y colaboran las universidades de Karlova V Praze Czech (república Checa), de Poitiers (Francia), la Komenskeho V, la Brastislave (Eslovaquia), la Blaise Pascal Clermont-Ferrand II (Francia) y la Universidad de Cork (Irlanda).

Esta investigación cuenta con un presupuesto total de 3.752.311,00 euros, de los cuales la Universidad de Granada ha recibido 773.526,00 euros.

lunes, 17 de agosto de 2009

POETA DE LA LIRA PRESTADA Gioconda Belli 18/08/2009

ELPAIS.COM

FRAGMENTO LITERARIO: relato fundido en negro


La decisión de comprar una casa para dejar la que alquilábamos, se convirtió, para mi esposo y para mí, en una atrevida expedición al territorio de múltiples vidas ajenas. Aquel verano recorrimos innumerables habitaciones, baños y cocinas que se ofrecían abiertas y vulnerables a nuestra curiosidad de compradores. En nuestros recorridos, nos sentíamos observadores intrusos de los hábitos y excentricidades de sus ocupantes. Recuerdo una hermosa casa colonial en cuyo cuarto de baño había dos WC, frente a frente. En otra, la pareja dormía en cuartos separados, cada uno al extremo de un largo corredor. Espejos en los techos, closets maniáticamente ordenados, colecciones de gatos o sapos de porcelana, adornos de Lalique asegurados con pegamento a una elegante mesa de vidrio, fueron algunas de las abundantes curiosidades con que nos topamos en nuestra ardua búsqueda.

Tras varias semanas, estábamos descorazonados y a punto de desistir cuando nos llamó la agente ofreciéndonos otra casa. A pesar del calor de mediodía, aceptamos ir a mirarla. Nos gustaba la zona alta y fresca donde estaba ubicada. Cuando llegamos vi, a través del follaje, una construcción que parecía estar en ruinas. Bajé del coche destemplada, pensando que sería otra misión fallida. Cruzamos la puerta de hierro abierta en medio del seto. Apenas dimos unos pasos, mi esposo y yo nos miramos incrédulos. Corrí hacia la terraza de aquella casa destartalada. Frente a mí alzaba su verdor la abundante vegetación del Valle Ticomo. A lo lejos, en la ribera del lago de Managua, el perfil de la ciudad lucía dulce e inofensivo. Más allá, una fila de volcanes, como mansos animales que llegaran a abrevar al agua, servía de telón de fondo.

"Este paisaje es mi noción de Patria", le dije a mi esposo. No importaba que la casa estuviese malherida y agonizante; estaba en mi destino encontrarla y vivir allí.

-Tendremos que contratar un jardinero -dijo él, mirando el agonizante jardín.

El jardinero se llamaba Tomás. Era parsimonioso y servicial, un hombre de mediana edad, callado, cuyo rostro revelaba largas jornadas bajo el sol. Con el paso de los días fue perdiendo la timidez y demostrando un ingenio de sobreviviente. Si no sabía la respuesta a alguna pregunta se las amañaba para sonar como si la supiera, lanzándose por tangentes tan enmarañadas como las enredaderas del patio. Por su conocimiento de aljibes y cañerías empezamos a sospechar que era más bien albañil que jardinero, pero nos ganó su empeño y la picardía que él intentaba disimular. Una tarde en que me acompañaba a sembrar flores en parterres, alzó los ojos, me miró fijo y preguntó:

-¿Usted es escritora, verdad?

-Sí -le dije-, ése es mi trabajo.

-Pues yo también escribo -me dijo- y me gustaría enseñarle un día de éstos mis escritos.

-Claro que sí, Tomás. Los leeré con mucho gusto, agregué, pensando con ternura en la herencia Dariana que hace de la poesía una suerte de deporte nacional nicaragüense.

Pasaron los días. En la conmoción de la remodelación y el traslado había olvidado la conversación con Tomás cuando le vi acercarse con un cuaderno en la mano, su figura enmarcada por el atardecer que descendía naranja sobre el paisaje.

-Aquí le traje lo que le prometí -me extendió el cuaderno. Se quedó de pie, con las manos cruzadas a la espalda, esperando mi veredicto.

Abrí el cuaderno. En letra perfectamente redonda y pulcra, Tomás había llenado varias páginas. Empecé a leer:

"¡Qué bella eres, amada mía / qué bella eres! / Paloma son tus ojos / a través de tu velo; / tu melena, cual rebaño de cabras / que ondulan por el monte Galaad".

Reconocí el texto. No supe qué hacer sino sonreír.

Alcé la vista y miré a Tomás. Él me sonrió a la vez. No tenía por qué dudar de lo que me había dado a leer.

-Pero Tomás -dije- éstos son versos del Cantar de los cantares de la Biblia.

Tomás entrecerró los ojos y me miró con un gesto de insólito y renovado aprecio, mientras movía la cabeza afirmando con asombro:

-¡Usted es una persona muy leída Doña Gioconda! -exclamó, enunciando despacio las palabras como para tornar la revelación que yo experimentaba en una mayor aún- Pero fíjese -añadió sin perder el impulso- que no es igual; yo le cambié unas cuantas palabritas...

Conversamos un rato sobre la belleza de ese poema bíblico imposible de imitar. Se encendían las primeras luces de la ciudad cuando Tomás se marchó con su cuaderno. Al quedarme sola no pude evitar la sonrisa que me atravesó el cuerpo pensando en aquel su atrevimiento de prestarle la lira nada menos que al Rey Salomón.

Lo que jamás imaginó es que yo fuera la Reina de Saba.